sábado, 18 de septiembre de 2010

La Importancia de la actualización de un LD

Aprovechando la temporalidad de estas "mini" vacaciones que nos otorga la celebración del Bicentenario de la Independencia de Nuestro Querido México me encontraba el sábado 18 de Septiembre a medio día queriendo platicar un poco de la: "La Importancia de la actualización de un Licenciado en Derecho" que por hoy; antes de cumplirse ya la semana me doy a la tarea de publicar por este medio un poco de esas vagas ideas que conllevan gracias a un tiempo de ocio que quise hacer productivo.


Sin lugar a dudas y sin ningún temor a equivocarme la constancia, perseverancia y el hambre de éxito ó de "vivir" como bien le llama una muy querida persona a quien aprecio, es sumamente importante en todas las profesiones latentes; sin embargo la peculiaridad que exige el conocer un poco de la amplia rama del mundo jurídico es tarea sin igual que debe sustentar a todo quien que se dice: "es buen abogado”.

Los cursos intensivos, talleres, diplomados simposiums y demás medios educativos son una excelente fuente de conocimiento teórico que sin lugar a dudas llevará a cuan más nivel poder sustentar en base a la práctica la labor de especialización ó conocimientos de maestría de lo que realmente se sabe con la labor de oficio que se ejerce.


Tal estudio y amplitud en lectura nos hacen reflexionar en cierta medida a generar una opinión al respecto sobre algún tema en específico pero más importante aún la creación de cierto parásito tan resistente a todos los medicamentos posibles, un virus capaz de contagiar a otros con una increíble facilidad de transmisión… al que podremos llamar "IDEA", una sencilla idea en la mente del ser humano puede ser capaz de hacernos construir ciudades, escribir un libro ó lo mas importante la acción de crítica y raciocinio que nos llevará a cuestionarnos todas las reglas posibles. Algo que por hoy falta y bastante!


Lo que al fin y al cabo me lleva simplemente a recordar lo que empecé discutiendo la semana antepasada con un abogado de quien omito el nombre por razones de ética y prudencia laboral jajaja. Trataba de ilustrarme un poco su visión lógico-jurídica de su conocimiento dentro del campo del Derecho Laboral así al momento de un cuestionamiento atendiendo a su experiencia de manera soberbia y desatinada me corrige y me hace valer cito textualmente a su decir: “chingonería”.

Vaya que alusión más practica de resumir su basta ó poca experiencia en tan solo una palabra ó una idea tan simple y burda he de opinar – Por hoy, no puedo decir que me encuentro totalmente de acuerdo con tal alusión referida, sin embargo es menester hacer el debido reconocimiento “QUE LA PRACTICA HACE AL MAESTRO” para este y todos los sentidos.
Llevando así un análisis de sintaxis del cual carezco de argumentos elocuentes para inferir un punto a favor ante tales cuestiones. Simplemente me limito a creer, pensar y cuan más sentir que el éxito se encuentra en la perseverancia de uno mismo, porque realmente en esencia no es importante que tanto se estudie y se conozca tanto una materia si no la capacidad inherente de reflexionar y análisis jurídico de los argumentos expuestos para saber usarlos al beneficio deseado; he ahí la paradoja y cuestión más fundamental en mi opinión que carece la educación hoy en día dentro del ámbito de preparación de los abogados de hoy.

Recuerdo de igual manera el tiempo de estudiante de licenciatura cuando los maestros con argumentos muchas veces pocos sólidos evadían preguntas de las cuales no conocían su respuesta ó simplemente no deseaban ahondar en el conocimiento en vista que tales los otorgaría el mismo ejercicio del derecho una vez siendo abogado. – como si sencillamente en un supuesto uno no hubiese estudiado durante su carrera y por arte de magia “puff” apareciera toda las citas de los grandes juristas en el cerebro por el simple y sencillo hecho de haber tomado la protesta para ejercer como abogado – una total y completa ridiculez que en muchas ocasiones me hizo realmente cuestionarme ¿realmente que estoy haciendo aquí? Ante tal calidad moral ó inclusive educativa. Cosa que debo decir no me limito en lo absoluto porque esa hambre constante de querer saber más sobre algo apunta a que se encuentra latente hasta hoy, como el deseo y necesidad de un bocado de una persona pronta a fallecer por inanición.

Volviendo y aterrizando un poco a la trascendencia actual dentro de esas mismas aulas escolares por ponerlo de una forma y en diferente posición siendo catedrático de asignatura recuerdo el primer día de clases cuando le comenté a mis alumnos un principio de sentido común el cual simplemente resumía mi perspectiva individual de llevar una clase aludiendo a la simple y llana realidad que NADIE, absolutamente NADIE TIENE, LA VERDAD ABSOLUTA.

A medida que los abogados, jueces, magistrados, docentes y las personas en general entendamos tal esencia en tan vagas pero ciertas palabras reflexivas deberá existir un momento en el cual uno en base a su preparación y deseo de conocimiento fundamente su sentido más amplio en el campo cognoscitivo que inspire una verdad relativa difícil de cuestionar.
¿Por qué estudiar?, ¿Por qué prepararse? – La respuesta sin lugar a dudas y la decisión la tendremos cada uno de nosotros y a medida de nuestro deseo iremos creciendo con asombrosas ideas ó navegaremos en la balsa de la vida naufragando constante y sin rumbo por el inmenso mar de la mediocridad.