jueves, 21 de enero de 2010

Decálogo del Abogado

Considero sumamente importante empezar este "Blog Jurídico" con una manera idónea que demuestre los valores inmersos que deben caracterizar a todo Licenciado en Derecho que se atreve ha ostentarse como Abogado. Por eso sin ser el autor de esta serie de pensamientos, me tomo la libertad de transcribir: "El Decálogo del Abogado" esperando pueda servir para motivación de otros profesionistas e incluso como motivación propia a la hora de encontrar un conflicto de intereses en nuestra responsabilidad con la Justicia y el Derecho.

1. ESTUDIA: El derecho se transforma constantemente, si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado.
2. PIENSA: El derecho se aprende estudiando pero se ejerce pensando.
3. LUCHA: Tú deber es luchar por el Derecho; pero el día en que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.
4. TRABAJA: La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la Justicia.
5. SE LEAL: Se leal para con tu cliente al que no debes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Se leal para con tu adversario aún cuando el sea desleal contigo. Se leal para con el Juez que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú dices; y que en cuanto al Derecho alguna que otra vez debe confiar en el que tu invocas.
6. TOLERA: Tolera la verdad ajena en la medida en que quieras que sea tomada la tuya.
7. TEN PACIENCIA: En el Derecho, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
8. TEN FE: Ten Fe en el Derecho como instrumento para la convivencia humana, en la Justicia como destino normal del Derecho, en la Paz como substituto bondadoso de la Justicia; y sobre todo ten fe en la Libertad sin la cual no hay Derecho, Justicia ni Paz.
9. OLVIDA: La abogacía es una lucha de pasiones; si en cada batalla vas cargando tu alma de rencor, llegará un día en que la vida será imposible para tí. Concluido el combate olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
10. AMA TU PROFESIÓN: Trata de considerar la abogacía de tal manera, que en el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor proponerle que sea ABOGADO.